Claudia, la reina de las ciruelas que sorprende por su carne jugosa y su dulzor

Con la llegada del verano y de junio, lo hace también una de las frutas típicas de la temporada estival, la ciruela. Aunque existen más de 200 variedades, la reina de la familia es la claudia, llamada así en honor a la primera esposa del rey Francisco I de Francia, la reina Claudia.

La ciruela es originaria del Cáucaso, la Anatolia y de Persia. Desde aquí fue introducida en Italia, en el año 149 a.c. aproximadamente, y se fue extendiendo al resto de Europa. Esta fruta está prácticamente compuesta de agua. Es rica en hidratos de carbono, entre los que destaca la presencia de sorbitol, y en minerales como el potasio. Además, tiene un contenido moderado en provitamina A y vitamina E, ambas de acción antioxidante. Y su elevado contenido en fibra la convierte en una excelente aliada del aparato digestivo y el tránsito intestinal.

Sabor homogéneo y equilibrado

La claudia o ciruela verde se caracteriza por su carne firme y jugosa y su gran dulzor. Su jugo es uno de los menos conocidos en lo que a frutas se refiere. Por ello, sin perder ninguna de sus propiedades, el zumo de ciruela verde Huerto de Sabor 100% ecológico es toda una sorpresa inesperada por su sabor homogéneo y sumamente equilibrado, con un punto adecuado de dulzor.

El zumo de ciruela verde Huerto de Sabor está elaborado a partir de puré de ciruela verde ecológica y sirope de ágave ecológico. Solo hay que agitarlo bien antes de beberlo para disfrutar de todo su sabor y, una vez abierto, se mantiene en el frigorífico.

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Recicla y crea tu propio abono ecológico para tus plantas

Tener plantas en casa o plantar un huerto y que fructifiquen, no es solo cuestión de regar. Como seres vivos que son, necesitan una serie de cuidados que mejoren su crecimiento, su color o sus nutrientes y su sabor si son comestibles.

Uno de los métodos más conocidos y más sencillos es la utilización de abonos orgánicos. Varios de ellos los tenemos en nuestra casa, tan a mano como los residuos que generamos diariamente. Por ejemplo, unos buenos fertilizantes son:

  • El compost, que se obtiene por la descomposición de los restos orgánicos.
  • Los posos de café, que ayudan a controlar el nivel de pH de la tierra por su contenido en nitrógeno, potasio y fósforo.
  • Las melazas de té, que aumentan los microorganismos.
  • Las cáscaras de huevo o de plátano, por sus altos niveles de calcio y potasio, respectivamente, además de otros minerales.
  • Las cenizas de materia orgánica, como la madera, son ideales para combatir las plagas.
  • El alimento de mascotas. La comida de perros y gatos contiene proteínas y micronutrientes que mejoran la tierra.

Gran variedad de abonos naturales

De esta manera, podemos obtener fertilizantes ecológicos, muy eficientes, económicos y muchos de ellos disponibles casi al momento para su uso. Sin embargo, si este reciclaje no te convence, en las tiendas especializadas puedes encontrar otras opciones igual de naturales:

  • El estiércol, es decir, los excrementos de los animales, muy rico en nitrógeno.
  • El guano, que es el excremento de las aves y animales marinos.
  • La harina de huesos de pequeños animales (como los pollos).
  • Las algas marinas, altas en minerales, oligoelementos, vitaminas y enzimas.
  • El abono verde, llamado así porque consiste en enterrar plantas con el objetivo de que, al descomponerse, sean fuente de fertilización.
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Beneficiate del agua de lluvia y ayuda al medioambiente y a tu bolsillo

En estos tiempos, en los que la escasez de agua y las sequías son más acuciantes, una manera sencilla de aliviar esta situación y de colaborar con la mejora del medioambiente es reutilizar el agua de lluvia, un pequeño gesto apto para todo el mundo y que supone un beneficio ecológico y también económico. Si para el consumo humano no es potable, al agua de lluvia se le puede dar múltiples usos domésticos y así ayudar a minimizar el gasto de agua corriente y, por tanto, a preservar las reservas acuíferas.

Actualmente, muchas edificaciones incluyen un sistema subterráneo de recogida de agua, pero, para quienes no lo tengan, se pueden crear sus propias reservas. Las soluciones son muy fáciles: basta con colocar un cubo o un bidón debajo de una canaleta, en el balcón o en el jardín y ya tenemos agua reciclada. Y su uso puede ser muy variado: servirá para regar las plantas, lavar la vajilla o el coche, usarla en el inodoro, lavarse el cabello o bañar a las mascotas, acciones diarias que suponen un gran derroche de agua.

Beneficios de la recogida del agua de lluvia

Los beneficios de la recolección de lluvia son numerosos, tanto si hablamos de cuidar nuestros recursos naturales como de cuidar nuestra economía:

  • Supone el uso de un recurso ecológico y gratuito.
  • Representa el autosuministro de agua de calidad.
  • Permite un ahorro en la factura ya que no se emplea electricidad en su uso para bombearla.
  • Ayuda a aliviar la gran demanda de las redes de suministro público.
  • En las ciudades, ayuda a la recuperación de los acuíferos subterráneos.
  • Y, sobre todo, sensibiliza sobre la protección y el cuidado del medio ambiente.

 

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